Si hay algún monumento en España que pugna por formar parte de una de las siete maravillas del mundo, ese es La Alhambra. Imperdonable que todavía hubiesemos visitado la joya arquitectónica islámica más importante del mundo. Jardines, palacios y una fortaleza, símbolo del poderío del imperio Nazarí. Granada, tiene mucho que ofrecer al visitante, que queda atrapado de su encanto si además le coincide con su semana santa. Los barrios del Albaicin, el Realejo, o el Zaidín se visten de gala en unas celebraciones espectaculares y místicas, donde el tapeo es religión, y el pecado, no haberla visitado antes. Cuatro espectaculares días en los que intentamos redimirnos y perdernos por sus intrincadas callejuelas abarrotadas de penitentes, cofradías y turistas pecadores en busca de la perfecta tapa.