Varsovia, la capital de polonia, pagó muy cara su lucha por librarse del terror del Nazismo y del Stalinismo, y quedó practicamente derruida. Tras su reconstrucción, encontramos  una ciudad no excesivamente grande, muy limpia y bonita con un maravilloso transporte público. Un destino emergente gracias a las compañías low cost, y una gran sorpresa tras descubrir que ni mucho menos es la fea del baile, si se la compara con Cracovia. Durante la navidad su aspecto es espectacular y la ciudad se engalana con miles de luces de colores, que hicieron soportables las bajisimas temperaturas de aquellos casi cinco dias recorriendo sus calles,

"Viajar es descubrir que todo el mundo se equivoca en sus ideas sobre otros países."

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